¿Qué es eso de los maridajes?

Prefiero decir “armonías”, “acuerdos”, ya que me parece que la palabra esta como desvirtuada y sólo se utiliza en relación al vino. Y es, en realidad más abarcativa. Porque debe haber acuerdos entre los elementos de una comida, por ejemplo entre el  ingrediente principal y los acompañamientos (que muchas veces los cocineros por ser originales, no respetan) o en el orden de los platos.
 
Sin embargo hablemos de armonías entre vinos y alimentos, que es el punto en cuestión. ¿Que se busca al combinar bebidas con comidas? Un equilibrio gustativo. Que puede darse por opuestos o por similitud. Y hay reglas básicas dadas por la experiencia. Es sabido que un queso suave desaparece ante un vino corpulento.  Que los escabeches de ácidos violentos van mejor con una cerveza que con un vino. Que los pescados grasos combinan mejor con un vino intenso que los delicados lenguados por ejemplo.
 
Pero pocos hablan de los postres. ¿ Que bebidas enlazan sus sabores con la dulzura de algunos postres? Porque es sabido que los vinos dulces son un clásico, bien lo servían nuestras abuelitas…pero hoy hay más opciones.
 
Recomiendo, por ejemplo si el  Postre es frutal, acompañar con un vino con aromas a las  frutas que se usaron como ingrediente o cobertura de los postres. Y los cítricos como tartas de limón o lemmon pie con tardíos, Riesling, Chardonay del año, Chenin.
 
Aquellas tortas y postres  con frutas secas  tales como nueces, almendras, castañas que  tienen alto contenido graso  combinan bien con vinos potentes, generosos como los  jerez  y  los oportos criados y añejados o como el argentino  Malamado. Si la idea es servir un final con frutas rojas o negras del bosque invitamos aprobar acompañarlas con vinos tintos generosos, rosados secos, tintos como Pinot Noir, Merlot o Shiraz y champañas rosados.
 
Otras opciones interesantes en finales aromatizados con  jengibre, coriandro (sensación fresca y cítrica) es armonizarlos con vinos aromáticos y frescos. Los que tienen vainilla van con vinos criados en madera.  Los cheese cake o tarteletas de queso se pueden servir exitosamente con un  tinto seco , tipo Pinot Noir, Syrah liviano o blanco fresco Torrontés.¡¡¡Y hay más!!!